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viernes, 22 de noviembre de 2013

El afecto en el aula psicomotriz


Los profesores en general muchas veces nos hacemos algunas preguntas: ¿Cómo puedo hacer para que mis alumnos aprendan más? ¿Qué puedo hacer para que mis alumnos superen sus miedos? ¿Cómo puedo hacer para lograr alumnos seguros de sí mismos? ¿Cómo puedo confiar en las capacidades de mis alumnos? Estas son algunas de las preguntas que suelen pasar por nuestras mentes y siempre buscamos la forma de darles respuesta. Para esto muchos tratan de modificar su forma de enseñar, utilizar diversos enfoques, entre otras formas , lo cual puede funcionar, pero para que en verdad rinda los mejores frutos debemos valernos de un arma fundamental que ningún docente debe dejar de lado, esto es el “afecto”.

Los niños son demandantes de una gran cantidad de afecto especialmente al conocer sus historias podemos identificar muchas experiencias en las que los padres no los atienden o tratan como es debido, y estos niños viven muchas veces en situaciones carentes de afecto y de muestras de ternura, por tanto al llegar al aula escolar esta demanda de afecto recae en la profesora quien aunque no debería ser la primera fuente de afecto de los niños en ocasiones se convierte en la única que lo proporciona y se puede aprovechar todo momento en especial el momento de actividades psicomotrices. Frente a esta situación podemos preguntarnos ¿Favorece el proceso educativo que los profesoras de los niños sean afectuosas?      

Algunas investigaciones demuestran que los niños con profesores afectuosos demuestran una mejor disposición y motivación en el aula, presentan mejores relaciones con sus compañeros y sus actitudes son más positivas. Los profesores afectuosos se preocupan más por tener un contacto individual con cada niño (aun en grupos grandes) identificando la manera en que el niño debe ser tratado y conociendo la forma adecuada de reforzar positivamente a su alumno, al realizar contacto físico con el niño el profesor le transmite una seguridad mayor y favorece la formación de una autoestima adecuada, cuando el niño ve en su profesor a una persona cercana puede confiar en él y tendrá a quien acudir en caso de necesitarlo. 


Una maestra afectuosa es más tolerante a las dificultades que presente el alumno, a los comportamientos desadaptados que presente ocasionados por las carencias afectivas a que ha sido sometido. El afecto se puede demostrar con lenguaje verbal o no verbal dentro del aula, contacto visual afectuoso, una caricia, un abrazo, una palabra de felicitaciones o de aliento, pedir a sus compañeros que lo aplauda cuando ha realizado una acción positiva. De igual manera un profesor afectuoso no deja de lados las normas y los límites, el profesor afectuoso debe manejar un equilibrio para determinar cuándo debe demostrar al alumno que su comportamiento fue inadecuado y la manera en que debe corregir su conducta. Por otro lado es importante, evitar involucrase demasiado pues esto puede hacer que se afecte con las dificultades del niño lo que le impedirá tomar decisiones adecuadas y objetivas, por eso debe tener muy presente cuál es su rol como maestro sin exceder sus funciones para de esta manera dar un trato afectuoso a todos sus alumnos. 

    Por esto el rol del maestro debe estar muy bien delimitado, encontrando un balance entre la autoridad que no se debe perder en un salón de clase y la vinculación afectiva que se debe tener para promover el desarrollo del menor. Daniel Goleman (2000) en su libro Inteligencia Emocional plantea la importancia de que los profesores y padres realicen en sí mismos un proceso de mejoramiento y conocimiento de sus emociones, que les permita dirigir sus emociones de manera que pueda alcanzar resultados exitosos. Esto permitirá que el profesor maneje diversas situaciones dentro del aula de clase.
  El maestro afectuoso favorece el proceso educativo, pues se ha demostrado que los niños con suficiente contacto avanzan más en su desarrollo, su capacidad de aprendizaje es mayor y tienen un promedio de vida más largo, el afecto eleva la capacidad inmunológica del organismo y acelera los procesos de auto curación. La presencia de afecto en el aula de psicomotricidad disminuye la agresividad y las conductas estereotipadas, el contacto físico es terapéutico y curativo. El maltrato o la indiferencia produce niños más agresivos, con tendencias a la depresión, incapaces de relacionarse afectivamente y menos motivados ante el aprendizaje.

1 comentario:

  1. Que Importante Es La Música,
    Gracias a Dios Lo Supe a Tiempo,
    y Pude Crear Un Vínculo a Través De Ella
    Con Mi BeBé Durante Mi Embarazo...
    Muy Interesante La Información Del Video Carlita...!!!

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